La exposición Titanic, The Exhibition lleva un mes en la ciudad y ya ha recibido más de 15.000 visitas. La muestra, en el Pabellón de la Navegación, es un recorrido por la historia del buque con cerca de 200 objetos originales y reproducciones interiores del barco.
El
traslado cien años atrás, a 1912, lleva al espectador a realizar un viaje
alrededor del barco más conocido del planeta: El Titanic. La exposición Titanic, The Exhibition sitúa al
visitante no sólo en la vida cotidiana de los pasajeros y la tripulación del
barco durante su primer y único viaje, sino en la construcción previa del buque
varios años antes de que zarpase. Las colas para entrar al Pabellón de la
Navegación para poder contemplar esta muestra suele ser la tónica general, “El
fin de semana es cuando más afluencia de público recibe la exposición. Alcanzan
las 2.000 personas cada fin de semana”, según fuentes de la organización de la
exposición.
La cola de visitantes antes de acceder a Titanic, The Exhibition del sábado.
El
recorrido por este viaje hacia atrás en el tiempo comienza con la realización
de una fotografía recuerdo a los visitantes simulando la entrada en un barco.
Éstos pueden ver la fotografía y adquirirla a la salida de la muestra. La
primera de las salas explica a través de imágenes en blanco y negro y de algunos
objetos como planos del buque y piezas del mismo, la idea principal y la
construcción del ‘insumergible’. Los materiales utilizados para la elaboración
del Titanic ya dan una ligera aproximación de su envergadura. Y es que, la
primera pieza de la quilla, colocada el 31 de marzo de 1909, necesitó más de
30.000 remaches, puesto que no existía la soldadura. Las hélices son otros de
los elementos presentes en las primeras fotografías de la sala. Las tres
hélices tenían más de 7 metros de diámetro y pesaban más de 38 toneladas cada
una. Se necesitaron más de 28.000 toneladas de acero para construir el Titanic
y la financiación corrió a cargo de JP Morgan. Además de los datos
proporcionados para que el asistente se haga una idea de la dimensión del
buque, los personajes también cobran relevancia en esta exposición.
El
ingeniero naval y diseñador Thomas Andrews fue el encargado de situar cada
pieza en el lugar correspondiente para convertir al Titanic en el barco
insumergible. En la sala hay una fotografía del ingeniero y la audioguía con la
que el visitante hace el recorrido explica en este punto “lo meticuloso que era
Andrews a la hora de revisar cada detalle”. Otro personaje, conocido por todos
los que hayan visto la película, es el capitán Smith cuya trayectoria en la
compañía White Star Line era intachable, 35 años sin accidente alguno. De
hecho, en la exposición se cuenta que era el “capitán de los millonarios”,
puesto que confiaban en él para los trayectos en los que viajaban las
personalidades más importantes de la época.
Las
dimensiones y todos los esfuerzos a la hora de dar vida a esa idea de barco
insumergible pasan por datos curiosos que pueden conocerse durante la visita a
Titanic, The Exhibition. La distancia entre la quilla y la chimenea era de 53
metros, 269 metros de eslora y 28 metros de anchura completaban las longitudes
que convertían a este barco en el más grande.
La
exposición otorga protagonismo a algunas historias de los pasajeros que han
podido conocerse tras el hundimiento del Titanic, el 14 de abril de 1912. Es el
caso del matrimonio español que viajaba en primera clase y se encontraban de
luna de miel. Víctor Peñasco y su esposa habían estado viajando durante un año
y decidieron cerrar su luna de miel embarcando en el primer viaje del Titanic. La
madre de Víctor creía que su hijo y su nuera estaban en París desde donde le
llegaba postales. Y es que, el joven matrimonio dejó encargado a su mayordomo
de que le enviase postales como si ellos permaneciesen en la capital francesa,
todo ello porque la madre de Víctor le tenía pánico a los barcos. Ambos
murieron cuando el Titanic naufragó. Estas historias personales van acompañadas
de algunos objetos que se han podido recuperar de la tragedia: piezas de la
vajilla del Titanic con el logotipo de la estrella correspondiente a la
compañía White Star Line, trozos de carbón de las calderas, diarios o billetes
de los pasajeros sellados, incluso puede contemplarse una silla del comedor de
los pasajeros de segunda clase.
También
hay sitio para las reconstrucciones del interior del Titanic. Los camarotes de
primera y tercera clase pueden apreciarse con todos los detalles de la época.
Los habitáculos de tercera clase equipados con dos literas contrastan con el
lujo propio de los decorados de las habitaciones de primera clase. El visitante
puede caminar por uno de los pasillos del barco, recreado para la ocasión con
la blancura característica y la iluminación del lugar.
En
la última parte de la visita hay un recuerdo para las más de 1.500 víctimas del
naufragio del Titanic en la noche del 14 de abril de 1902 cuando éste chocó
contra un iceberg. El sueño de 2.207 personas por viajar en el buque más seguro
que, hasta entonces, se había construido, quedó sepultado a 4 kilómetros de
profundidad en el Atlántico Norte.
Salida de la muestra ubicada en el Pabellón de la Navegación.
Titanic,
The Exhibition estará en Sevilla hasta el 7 de abril de 2013, enmarcada dentro del Pabellón de la Navegación en la Isla de la Cartuja. El público
sevillano ha acogido con entusiasmo esta muestra, por eso la organización de la
exposición ha querido crear un día del espectador. Todos los lunes a partir de
hoy y hasta su clausura, la exposición podrá visitarse por 5 euros, que supone
el 50% del precio habitual de la entrada, 10 euros.
Vídeo de la organización. Extraído de Youtube, del canal Titanictheexhibition.
Fuentes:
- Presencial
- Seviocio
Fotografías:
Noelia María Mejías Cuenca (17/11/2012)
Vídeo:
Extraído de Youtube, del canal Titanictheexhibition
No hay comentarios:
Publicar un comentario